martes, octubre 24, 2006

Rudimento.

a ojos cerrados, sin conocerte podría descuidar mi creatividad y echarla a volar patra describirte desnuda. No te pido más que tus claroscuros ojos y tu cara rizada con llamaradas crudas de oscuridad. No podría calificar tu cuello como un deshuezado balancín hiriente qu elleva ya lejos tu cabeza. Si no asomara tu hombro desnudo, no diría nada de tus senos, peor tus pechos amielados que se notan excitados solo con un banal hálito de moribundo ebrio...allí donde los montes terminan en tus pezones minusculos,pero oscuros como la soledad agrietada por la rudeza de la tempestad de la pasión...

y qué queda del resto sinuoso de tu cuerpo, donde no caen ni manos nipies descalzos, y torbellinos de bulliciosos besos. En una cintura afibada por la melodía del agua donde ninguna vertiente se atreve a aparcer...ahí aparacen las nubes de tus caderas hinchadas por la salinidad de tu sulfuroso placer onírico en donde se hacen solo uno con la menguada pelvis que rellena lo que queda de tu entrepierna.

-Más allá lo que pase es solo sueño y presuntuosidad-.

No puedo llegar a tus pies, porque solo me queda el pensar en tus rodillas y en el trasero de estas. Allí se van con la luna; tu pierna izquierda y derecha, ahí con tus pies se mueve todo tu cuerpo. Ahi tambaleándose por la llanura de una vida simplona, pero llena de ilustraciones baratas.

Dado esto no puedo decir nada más, porque mi imaginación se agota y no descansa por solo una sinuosidad de tu llamativo, pero para mi, privado cuerpo.

1 comentario:

PALOMENTA FRAPPÉ dijo...

Ooooye, hace tiempo que no escribes.
Para mentes volátiles no hay estructuras que impidan continuar...espero...