lunes, marzo 05, 2007

En mis manos
no hay un
vientre
lleno de agua,
sólo las ganas
de mi despreciado
y
vacío amor.
Sal en plantas
de color violeta
llamas de angeles
despiertos;
fugados por una luz
de un segundo
que ni siquiera me diste...
-Quédate con mis manos,
pero con mi corazón no.-