martes, junio 23, 2015

Iluminación

En tu vívida mirada,
la contemplación transparente
en un viaje directo
a los ojos del corazón. 

Anuncian resurrección;
camino lúdico, sin prisa,
atravesando desiertos
conscientes de cada paso
en lo trascendente del tiempo.

a Laura

domingo, agosto 19, 2012

Viajar Vino rodando en el viento, así como lo hacen las motas de monte en el desierto. Desierto, valle chispeado de azulejos mineralizados hechos mosaicos violáceos en el horizonte. Caminando, calzada de tierras coléricas de durmientes espasmos de polvo en veredas verdes que flotan en lo leve del tiempo. Emigrando en cada paso del horizonte cuando asciende el sol. Vino anarquista, sola, como quiste, a la juntura de lineados cerros entre valles, ríos y regiones fertilizadas por el pasar de la gente. Vino encubierta en la gente de buena voluntad. Apareció distante entre vientos, lejana de músicas de medianoche. Álgidamente tropezó en el luminoso atardecer. Ella como benigna transición del bien y el mal, agrupada entre pasajeras nubes, tierrales, pircas y flores. Claroscura estatuilla, arremolinada de ojos, resuelta de cara. Que no deja de viajar entre vértices para quedarse finalmente en la tierra, porque camina de vaga al tiempo. Arrancada del sol, porque reclama vida de noches y se arrepolla en la almohada de tardes fluorescentes de verano. Compañía de tardes- mía fue- Ilusión de tiempo, ridiculizando lo basto de las horas. Errante de espacios y líneas de tiempo. A modo de clase de historia. Ideas inconexas Se notaba amanecer cuando venia con su luz, pero la perpetuidad de los viajes, conspiraron en la lejanía de números en un anochecer. Y la luz, la buena voluntad de su caminar se esparcieron de nuevo al viento; así como se echa a correr el polen entre regurgitares de abejas en busca de miel. Escondrijos de silencios y enredos de pelos en lejanías y distancias en instancias de círculos de bicicletas. Simpleza noble tenía la chiquilla, amabilidad serena calcada en el color de su piel y en el porvenir de su semblante. Locuaz y espaciosa de amigos de trotes nortinos. Entre cobijos de pastizales y humaredas de tarde en anunciación, el camino cruzo un puñado de uvas vacilando el hemisferio de nuestras voladas cabezas. En unas cuantas tardes perdidas vagando en el viento, arremolinando el oxigeno de astutas palabras. Mujer que se parapeta en la cabeza de los oídos del campo; en torsos perdidos de la tierra. Prendida queda la idea en el ramillete de nísperos entre rosales rosa que viajaban entre verdes coladeras de hojas. Y así de entre tantos desiertos vino el mismísimo viento que la trajo con viento sur desde su desierto en tonos pasteles eternos, flameados al sol, quebrando la simetría del horizonte con su insomne verde de valles. Tal vez la vida, el viento, la historia, la disciplina de la vida o lo caótico del universo, la llevo de nuevo a la línea de tiempo en su historia de vida. Inesperadamente, fue hurtada su forma de este ladrador y labrado Aconcagua. Evaporada para viajar entre las nubes; enraizadas con los arboles, despegando la vida en el agua, y su aire luminoso como arcoíris en cerezos. Postfrontal Y ya. Se fue. Entre el mismo semblante del mismo día, viajo hacia si, dejo muda la historia en este pasear por valles. En una tarde saliente de invierno vino colgada en calor de enunciada primavera, dejo los laureles, las plantas, el calor, la durmiente noche de caminatas con amigos en las huestes del festivo diciembre. Luciérnagas buscando el día, vagando en hongos echados en las flores verdes de frutos calcáreos de naturaleza viva. Día luminoso bajo invernal sol del polo, fría mañana, alucinante y despiadada despedida, borrador de su vuelta. -Y no perdimos el aire buscando los pies para enramar las guías de una vida, viajamos durmientes en la insípida niebla de días y transiciones de estaciones de años nuevos. Nos quedamos dormidos en las flores frescas que despiertan en una tarde cualquiera, de una vida cualesquiera.-

lunes, agosto 15, 2011

...

Rocío sobre las pestañas,
frío ensombrecedor,
palpitar cósmico
sobre ojos rojizos.
Cabalgar momentáneo
de trenes y buses
alumbrando y comunicando
kilometros.
Llenar la piñata del alma,
buscando auxilios transitorios.
Bamboleo de ramas
en árboles desnudos.
Señorita mortal,
caída de salto a la conciencia,
robustez de corazón.
Cuándo es la hora
de despertar a los perros
para anunciar la llegada.
Búsqueda de la paz
para trepar la calidez del
silencio.
Que venga la penitencia
de hallar la menor distancia
de pisar humaredas,
flancos iracundos de palabras
calmas;
despunte de duraznos en flor,
racimos de vid,
bebiendo este rocío,
corriendo tras los días
y vagando en el poco
tiempo de ausencia inmolada.

miércoles, junio 29, 2011

Aquí en lo vago del tiempo.

Disimulo del tiempo,
Ausente de adrenalina
Místico de ideas.
Soplo directo en el corazón,
Caída destapada de ignorancia
Ininteligible simpleza.
Frío cambiante,
Templanza;
Desparramo de vida.
Camino lúdico,
Dulce compañía y
Consonante de silencios.
Hija del viento
Que viene conmigo
Bajo la lluvia
Buscando los brazos
Del viento,
Agitando mi bicicleta.
En este mundo
Perdido o cauto
De tiempo,
En ópalos de ideas
Poco fructíferas.
Decadente inestabilidad
De la bolsa de Santiago;
Giro contra reloj
Bofetada en la cara.
-tiempo fuera-

domingo, febrero 21, 2010

Despertar: 5am

Creación inusitada
del tiempo;
célula efímera del consonante
camino distante…
imaginación trasnochada,
distorsión traslúcida
de bobalicones amargados
en noche de juerga.
Intelectos corruptos
con Mozart
y la torpe naranja:
sofistas aturdidos del tiempo.
Encantamiento ilustrado
sobrecogido por las tristes
nubes matutinas de un
puerto distraído del quehacer
humano.
Círculo tenebroso
de la máxima de la vida.
irregularidad perfecta,
simplicidad de la tierra
dormida.
Sinuoso acertijo
de lo comúnmente
variable y natural.
Amago torpe
en noche abierta
entre matorrales y árboles dormidos.
Corte precipitado,
anunciación; réquiem
del sol claroscuro
en este trozo de mundo,
en este amplio horizonte
de una animosa
vida.

domingo, junio 28, 2009

y sigue...



Te recuerdo,
Porque busco,
Y mi voz viaja lejos en el silencio
Y mis pasos se oyen al pasar por una biblioteca.

Te recuerdo,
Porque la silueta de arena
Se hace mármol en tus manos.

Te recuerdo,
Porque en ti la paz
Se hace día, cielo infierno,
Locura, atrevimiento e inteligencia.

Te recuerdo
En la marcialidad de un peral
Y en lo bajo de un ciprés:
Te recuerdo en el todo,
En la magia de descubrirte
Y en la búsqueda ensimismada
De querer hallarte.

miércoles, diciembre 10, 2008

Constante

Te recuerdo y te busco
En la grieta del día
Puesta como prendedor en la tarde.

Te recuerdo
En el pasar del campo
Y en lo llano de tu mirada simple.

Te recuerdo
En la mesa servida
Como motas de algodón con salsa en frambuesas.

Te recuerdo
En el cobijo de una estrella
Con el viento soplando en mis poros.

Te recuerdo
Como una maravilla
Y un ratón amarillo acurrucando
La luna entre sus brazos.

continuará