martes, febrero 20, 2007
martes, febrero 13, 2007
Mi mano se ha puesto rebelde, y mi cabeza también. Creo que atarlas ambas a una estrella y dejarlas que la noche se las lleve seria el medicamento perfecto para esta locura. Y si a de romperse alguna de mis partes, las dejare para que el viento las zurza y las tiña con miel de achao o con pistachos con pimienta.
Mi hormonas se remueven por el halito de ebrio que llevo timbrado en mi frente, sellado por whisky y masas con no sé que pastilla de último minuto. No quepo en mi cabeza, ni mi pie en mi mano. No camino; me siento y no miro.
Lo cansado del sueño no permite dormir, ni tampoco las cosas de la Barbie que anoche vi. No puedo sumergir mi cabeza en Coca-Cola aunque siento que evoluciono, que voy hacia algún lado, sin saber cuál es la referencia. El dónde me hallo es lo único que me queda en la billetera; la vida, la historia de lo que significo, anoche la traspapele, así como el amigo que hay en mi mismo subtitulo. No puedo sortear mi vida entre nubes y madrugadas, gente trotando como el agua en un tonel de mar.
No quiero jugar con mi locura que viene en racimo de peras, solo quiero perder mi mirada en el horizonte de una noche normal y sentir que no existo…
Una nueva palabra
Una nueva mirada
Entorno a El.
Que baje los llanos
Al precipicio de las nubes,
Cumpliendo el rigor
De lo humano.
Perfumes de nuevos misterios
Consumados por la luz de los soles.
Las nuevas naciones
De mi vida
Tomada por las tinieblas de la mañana
Que no traspasen sueños,
Sino levaduras
De nuevos fermentos,
Sarmientos de proyectos
De vida…
martes, febrero 06, 2007
...
Cuando vuelvas ya habrá luna menguante y las aves del norte comenzaran su retorno al salar de la ciénaga calentada por la lluvia. No te espero sentado en tu escala con la mermelada de siempre, esa que dejaba postrada en el tapete de la entrada. Vuelve pronto que mi rostro se hunde en mi almohada y sueña en ti; con los lápices y reglas, cartones y pegamentos…esos que nos vieron nacer llamados por lo omnipresente del balcón marino que se asoma en tu ventana.
Déjame ir con la noche a visitarte y ver tu rostro a contraluz y tu cuerpo mullido en tus ropas de cama, solo sintiendo las lagunas de las palabras que nos sumergen en lo tibio de tu pieza. -Acompañarte a estar sola.-
No me pidas el cielo ni lo profundo del mar, porque no los poseo. Pero igual te daría un sabor de ellos.
Vuelve pronto, las gaviotas te esperan; vuelve con la mañana que ya aclara; que no se devuelve como una ola de mar. Déjame estar contigo sin siquiera decirte mi querer, que ya sientes. Vuelve al otoño donde nos conocimos, vuelve, quiero verte…
- las aves te esperan para salir a volar por el estrecho del mar de estrellas que hay sobre nuestros hombros.-
Saludos de alguien que esta por ahí…
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